MIND INSTRUCTOR
La clínica de
Mente-como-Instructor de Hratch Ogali (Londres, Inglaterra) trata a una
variedad de desordenes neurológicos incluso SCI. Aunque Ogali enfatiza
ejercicios fortificantes rigurosos asi como otros programas de
rehabilitación que están surgiendo para SCI, la fundación del programa
está basada en un cambio en las conciencias de los pacientes. Ogali
cataliza y refuerza a este cambio de las actitudes negativas tales como
"nunca volverás a caminar" y otras que impiden a la recuperación que
están profundamente impresionadas en la conciencia después de herirse, a
una actitud positiva de "Si,
lo haré."
Cuando esta nueva actitud está clavada con convicción en nuestra
conciencia - osea el capitán de nuestro barco - el cuerpo físico empieza
a seguir.
El papel de Ogali es
catalítico; él no es el curandero sino que es metaforicamente la fuerza
que abre la puerta de la prisión permitiendo que el paciente pase por
ella si desea. Los pacientes se curan a ellos mismos, empezando desde el
nivel más profundo del alma.
Entonces, demostrando la
adaptabilidad neuronal (i.e., la plasticidad) que los científicos ahora
creen ser inherente a todos, Ogali especula que comienza crecimiento
neuronal naciente, neuronas durmientes se encienden, y nuevas
conecciones neuronales son creadas. Sean cuales sean los mecanismos
fisiológicos específicos de intervención, Ogali cree que la curación
física resulta de la curación de la conciencia, la cual entonces está
reforzada a través de rehabilitación física agresiva. Según Ogali, la
mayoría de los pacientes que han perseverado con su programa agotador
han alcanzado función adicional, a veces sutil pero realzante a la vida
y a veces dramática.
El programa de Ogali ha
recibido atención extensiva de la prensa en el RU, y tambien fue el foco
de un documental reciente del Discovery Health Channel titulado
Pasos Milagrosos
que presenta a Christopher Reeve. Mucha de esta atención de la prensa ha
girado alrededor de Gemma, una mujer de 19 años quien sostuvo una herida
completa cervical de C2-3 a la edad de 7 años en un accidente de autos.
Después de haber recibido tratamiento de Ogali, Gemma ahora puede con
esfuerzo iniciar movimiento en muchas partes de su cuerpo por debajo del
sitio de la herida por primera vez desde sufrir la herida, incluso
pararse y caminar hasta 20 pasos.
El papel de la conciencia o
de la mente en la curación siempre ha sido difícil para los científicos.
El filósofo francés René
Descartes del siglo 17 formuló el debate contemporario sobre el sujeto
por decir que todo bajo el sol consiste en o
res cognitas
(i.e., la conciencia, la mente) o
res extensa
(i.e., materia física). Diferente a otros neurocientíficos que tienden a
equiparar la conciencia con la química del cerebro y la biología, muchas
tradiciones curativas alternativas ven al cerebro más del perspectivo de
Descartes; especificamente, el cerebro es simplemente el procesador
físico del cuerpo para conciencia. Bajo esta vista, aunque poseer un
buen procesador afecta a su inteligencia manifiesta, y aunque expresión
externo de conciencia puede ser una función de las conecciones
sinápticas neuronales del procesador, etc., no es el sitio de su
conciencia tanto como el sitio no es su dedo grande del pie.
Con tales creencias, aunque
sea que el cerebro esté dañado de una herida severa de la cabeza, de un
derrame cerebral, ALS, MS, o la enfermedad de Alzheimer, la conciencia
está siempre entero y completo, y, pertinente al trabajo de Ogali, posee
el cianotipo de memorias de nuestros cuerpos sanos a las cuales se puede
conseguir acceso para curación.
Sin embargo, todas las
actitudes y emociones negativas relacionadas con descapacidad que pueden
haber sido aprendidos interfieren con el acceso a estos cianotipos
curativos. Se les ha dicho a los pacientes que nunca volverán a caminar
y que cualquieres pensamientos de lo contrario solo servirán de prevenir
al seguimiento de su diario vivir. Esa es una oración difícil y
profundamente imprimida que debe ser superada para que haya curación
física significativa. Es como tratar de empujar a un carro hacia una
dirección (i.e., curación del cuerpo físico) mientras manejando al
manubrio (i.e., su conciencia) hacia otra dirección. Cualquiera
modalidad curativa trabajará mejor cuando el manubrio se maneja hacia la
dirección correcta - basicamente, la meta de Ogali.
Un elemento clave del
programa son sesiones periódicos de meditación guiada diseñadas para
romper a modelos de creencia restrictivos. Estas instrucciones de la
mente, sin embargo, tienen relativamente poco valor si el paciente no
cumple ejercicios extensivos al diario de reforzar a la respiración,
meditación, y concentración mental, los cuales son adaptados
individualmente para reemplazar al viejo pensamiento con una nueva
paradigma curativa dentro de la conciencia del paciente.
En adición, aunque la
instrucción de mente de Ogali se realiza regularmente, mucho de su
programa involucra a ejercicios y condicionamiento intensos. Además,
Ogali cree que los espasmos asociados con SCI no deben ser suprimidos
sino que explotados para estimular recuperación de función. Con esta
creencia, se les alienta a los pacientes a gradualmente alejarse de los
medicamentos que controlan a los espasmos, algo que Ogali ve como la
reducción de sensibilidad del cuerpo a las instrucciones curativas de la
mente.
Aunque es difícil explicar
en un contexto biomedical convencional, este programa de
Mente-como-Instructor reflecciona la sabiduría curativa adoptada por la
humanidad durante la mayorìa de la historia hasta la aparición de la
medicina moderna. Además, la mayoría de nosotros entendemos
intuitivamente que nuestras conciencias, voluntades, o actitudes
mentales y emocionales afectan al resultado de lo que sea que procuramos
obtener, variando entre actuación atlética hasta rehabilitación. Dado
tal entendimiento, realmente poco del programa de influencia a la mente,
motivación al alma, y recuperación de función es radical en verdad.
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